sábado, 18 de enero de 2014

Dichosa cotidianeidad


Gente en sitios

Título: Gente en sitios Año: 2013. Duración: 86 min. País: España Género: Drama, Comedia Dirección: Juan Cavestany Guión: Juan Cavestany  Fotografía: Juan Cavestany Reparto: Maribel Verdú, Adriana Ugarte, Alberto San Juan, Antonio de la Torre, Santiago Segura, Coque Malla, Ernesto Alterio, Javier Gutiérrez, Carlos Areces, Irene Escolar, Julián Villagrán, Raúl Arévalo, Roberto Álamo, Eva Llorach, Eduard Fernández, Javier Botet, Tristán Ulloa, Diego Martín, Martín Rivas.



Elevado presupuesto y éxito no tienen por qué ir de la mano. Son innumerables los casos de producciones que con presupuestos desorbitados han cosechado resultados económicos y artísticos muy pobres. Y viceversa. Afortunadamente, los avances técnicos permiten crear proyectos muy dignos con poco dinero. Lo más importante son las ideas y el talento, y eso no hay dios que lo pague. Desde esa premisa parte Juan Cavestany-El señor, Dispongo de barcos- en su nueva producción, Gente en sitios, una arriesgada propuesta que sin apenas dinero puede presumir de ser uno de los estrenos nacionales del año.

Gente en sitios tiene más de teatral- donde Cavestany empezó trabajando y sigue haciéndolo con la compañía Animalario — que de cinematográfico. Cavestany se aleja del relato convencional para construir una película incisiva y libre-estructural y creativamente — por medio de pequeños relatos hiperbólicos para, sin respuestas concretas, tratar de explicar la realidad social que nos rodea. Más de 40 actores— el mejor reparto de una película española en años componen un filme que mezcla contenido político, satírico y social cuyo resultado es un ejercicio endiabladamente arriesgado que golpea la conciencia del espectador y le obliga a reflexionar. Pocas veces una película tan aparentemente liviana, inocua y superficial había planteado tanto con tan poco.

La cámara de Cavestany se mueve de manera inteligente para construir un relato sin cohesión aparente (apenas un carrusel de microhistorias, algunas de ellas inconclusas), cuyo sentido unitario acaba siendo mayor que la suma de sus partes, y con un denominador común: el retrato de la sociedad española actual. Talentosa radiografía de una sociedad que vive aturdida por una situación de la que no sabe, ya no sólo como salir, sino cómo afrontar. El realizador madrileño construye de esta manera una película atípica que habla de la crisis desde la crisis, con una fotografía y un montaje más propios del cortometraje underground que  le otorga al filme un resultado tan poco estético como premeditado. No hay en ello ausencia de estilo, más bien al contrario. Una película provocadora que perturba y sacude al espectador. Una cinta valiente y efectiva, tan desconcertante y desoladora como necesaria.



Carlos Rico Hernández-Claveríe

1 comentario:

  1. Buena crítica de una película muy complicada de analizar, sin duda. Lo único que me ha chirriado en el texto es cuando dices que la película es "aparentemente liviana, inocua y superficial": el tono es, en efecto, de comedia, pero lo que va calando en el espectador es una sensación de inquietud que, como bien dices, lleva a la reflexión. Es una de esas películas donde el todo es más que la suma de las partes, pero algunas de esas partes son excepcionales: sin ir más lejos, la escena de Eduard Fernández. A mí me recordó más a "El fantasma de la libertad" de Buñuel que a una película de sketches a la italiana.

    un abrazo,

    Jordi Costa

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