domingo, 17 de noviembre de 2013

Sin angustia y sin tensión, el thriller pierde la razón

‘Séptimo’ consigue la deformación del género del thriller. Amezcua articula de una manera diferente la percepción del género. De tal forma que si el suspense de cualquier otra película se generaría de una forma continuada, aquí se entrega toda la intriga al final del film. Digamos que en este género lo que se hace es ir dejando migas de pan para que el público las vaya recogiendo y aumentar su expectación por lo que se pudiera encontrar al final del camino.

En ‘Séptimo’, se dejan todas las migas de golpe y al final. Consecuentemente, el espectador se queda sin pistas con las que jugar y adivinar quién es el secuestrador durante el metraje y descubriendo al malo de la película cuando ya no queda más tiempo. Como si de niños se tratara, la hora de juego se acabara y la respuesta se nos entregara.

La música, herramienta muy utilizada para la creación de tensión, es obviada por completo. No logra incrementar la atención de los que siguen la trama. Sin embargo, la utilización de las escenas del ascensor y las escaleras una y otra vez se puede concebir como una pequeña muestra de la angustia que se quiere provocar, aunque sin éxito alguno.

Ricardo Darín y Belén Rueda, protagonistas de 'Séptimo'
Lamentablemente, la mitad del mendrugo de pan se le escapa al director nada más comenzar la película. Esto es, la interpretación, el papel de los ojos de los actores es muy importante; o malinterpretación, según se mire, del secuestrador.


Esta nueva marca de thriller es quizás demasiado arriesgada. Descubriendo prematuramente al responsable de que Darín suba y baje escaleras y descartando utilizar más cartas de la baraja para conseguir dar juego a la trama, ‘Séptimo’ se convierte en una película sin distinciones.  Arriesga a perder asistentes en el camino. Y arriesga a dejar la elucubración en manos de aquellos, pero fuera de las salas.

Clara Abad

2 comentarios:

  1. Me ha encantado el título de tu crítica.

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  2. Me sumo al comentario del anónimo comentarista. Entiendo a través de la crítica las razones que hacen que la película no funcione: no la he visto y no puedo, por tanto, sugerirte la manera en que tu argumentación podría llegar a ser algo más contundente y clara, pero me queda la impresión de que esa argumentación podía tener algo más de fuerza. Le falta algo de claridad al conjunto de tu texto, pero es una buena crítica. O, por lo menos, un buen punto de partida para que, poco a poco, tus textos sirvan a la perfección a tus intenciones y a tus sensaciones como espectadora ante un thriller que no funciona.

    un abrazo,

    jordi

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