lunes, 2 de diciembre de 2013



Cuentos de Tokio 2.0

Una familia de Tokio (Tokyo kazoku). Año: 2013. Duración: 146 min. País: Japón. Director: Yôji Yamada. Guión: Yôji Yamada, Emiko Hiramatsu. Reparto: Isao Hashizume, Kazuko Yoshiyuki, Tomoko Nakajima, Yu Aoi, Yui Natsukawa, Satoshi Tsumabuki, Masahiko Nishimura, Shigeru Muroi, Shozo Hayashiya, Etsuko Ichihara, Bunta Sugawara. Productora: Shochiku Company




Una de las técnicas cinematográficas más famosas del cine es la conocida como "tatami shot", la marca de estilo del más grande (junto con Kenji Mizoguchi y Akira Kurosawa) director de cine japonés, Yasujiro Ozu. Consiste en situar la cámara a la altura de una persona que esté sentada en un tatami tradicional. Esta técnica, acompañada por un estilo sencillo y naturalista, más allá de ser una mirada cercana y contemplativa que profundiza en los sentimientos y emociones de los personajes, representa también una metáfora de la cultura y tradición zen japonesa. Este personal estilo de situar la cámara, acompañado por planos fijos y el uso del plano-contraplano sobre unas películas centradas, en su mayoría, en la vida cotidiana y en rituales profesionales de la clase media japonesa, le sirvieron a Ozu para mostrar los grandes cambios que sufrió la sociedad japonesa tras la Segunda Guerra Mundial, la progresiva pérdida de los valores tradicionales de su país o la desintegración familiar. Todo ello le ha convertido en el director más capaz a la hora de aunar la tradición oriental con el arte cinematográfico. Ozu, en una larga trayectoria como cineasta, que dio comienzo en el mudo y llegó hasta los años 60, cuenta con una filmografía llena de grandes películas (por ejemplo, "Primavera tardía" (1949) o "El sabor del sake" (1962)). Entre todas ellas, destaca "Cuentos de Tokio" (1953), una de las obras cumbre de la historia del cine.

Yôji Yamada, prácticamente desconocido en nuestro país, pero uno de los directores más populares de Japón y con una amplía trayectoria de más de 80 películas, coincidiendo con el 50 aniversario de la muerte de Ozu (a quien tuvo como mentor en los legendarios estudios Shochiku) ha decidido homenajear a su maestro y su gran obra maestra. De este modo, "Una familia de Tokio", con leves variaciones argumentales sobre el original para adaptarse a los tiempos actuales, nos presenta una pareja de ancianos que viaja desde su pueblo a la capital del país para visitar a sus hijos y nietos. Asistimos al desconcierto de los ancianos por la gran ciudad, a unos hijos atareados en sus labores profesionales y que ya no tienen tiempo de ocuparse de ellos y unos nietos que les tratan como si fueran desconocidos. En definitiva, las vivencias de varias generaciones de una familia japonesa desde un punto de vista cotidiano.

"Una familia de Tokio" se separa del original en su estilo, pero consigue mantener el espíritu y la esencia del cine de Ozu. La deshumanización de las grandes ciudades, los conflictos generacionales, y sobre todo, las relaciones paterno-filiales (tema también presente en otra película japonesa en cartelera, "De tal padre, tal hijo", del director japonés más reconocido en la actualidad, heredero natural de Ozu, Hirokazu Kore-Eda) son contadas por Yamada admirablemente, con emoción y sentimiento, alcanzando momentos realmente conmovedores. En definitiva, una hermosa película, que si cuenta con un problema es el derivado de la comparación. 60 años antes, uno de los grandes, el maestro Ozu ya nos había contado la misma historia. Y como todo en la vida, hay veces, que las comparaciones son odiosas.

Sergio Zamora Sainz-Ezquerra


1 comentario:

  1. Una crítica elegante y generosa, pero me da la impresión, Sergio, de que no has querido entrar a fondo en por qué "Una familia de Tokio" es menos que "Cuentos de Tokio" más allá de su condición de historia ya contada. El primer párrafo me parece un síntesis muy brillante de lo que significa Ozu, tanto en cuestiones de forma como en cuestiones de discurso.
    Yamada no es un completo desconocido en nuestro país: creo recordar que alguna de sus películas de la trilogía del samurái llegó a salas y, de hecho, la trilogía completa está editada en DVD por aquí (si no me equivoco). Es cierto que es una parte ínfima de una filmografía muy amplia, no obstante.

    un abrazo,

    Jordi Costa

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